Donde haya lugar

Cuando escuché a Diana Danessa leer por primera vez “Hortensias en el jardín” supe en ese momento que estaba escuchando poesía. Lo supe porque la buena poesía, la que me interesa, es aquella que altera la percepción que tenemos del mundo: los significados íntimos y precisos con los que lo nombramos.

Para mí la palabra “hortensias” había sido siempre la misma imagen: un recuerdo del jardín  de mis abuelos en la casa de Mar del Plata. Después del poema de Diana eso cambió. Ahora suena como una mano que pasa entre rejas negras, que intenta alcanzar un color. Esa alteración de algo tan personal solo puede producirse cuando el poema trasciende al autor.

Gaby Larralde